A los
cinco minutos de estar allí sola saltando olas, el vino a mi lado, se acercó a mí despacio, muy despacio, pero sin dudarlo un momento me besó, sentía que los latidos de mi corazón se aceleraban y me ponía cada vez más nerviosa, pero decidí relajarme. Fue en ese momento cuando de verdad lo empecé a disfrutar, sentía sus labios con los míos y me encantaba. Sin duda ese fue el mejor momento de toda mi vida, ese momento que había esperado tanto.
Fue el mejor beso que me han dado y me darán nunca, un beso que esperaba
desde que lo conocí.
A
parir de ahí todo fueron caricias, besos, abrazos, todo aquello con lo que tantas veces había soñado.
Una
tarde me llevó a un precioso lugar, un lugar por el que había pasado millones
de veces y nunca me había dado cuenta de lo bonito y romántico que era.
Pasamos
allí toda la tarde, hasta la puesta de sol, sin duda ese fue el momento más
romántico de toda mi vida. Cuando volvíamos, paseando por la playa, me di
cuenta de que habían pasado ya dos semanas, eso significaba que el se iba a ir
de mi lado en menos de una semana. En ese momento todo mi mundo se derrumbó
encima de mi, no sabía como iba a volver a vivir sin el, sin duda eso iba a ser
lo mas difícil de toda mi vida.
Él
notó enseguida que me pasaba algo, que no estaba igual que antes, no estaba
feliz. Incluso me cayeron unas cuantas lágrimas que el me las secó con su
camiseta. Sabía perfectamente lo que me pasaba y noté que el también estaba
triste.
Me
pasé toda la noche llorando y pensando en él, a la mañana siguiente nos
volvimos a ver, en ese momento toda mi pena desapareció y volví a ser igual de
feliz, pero al atardecer me volví a poner triste. Una tristeza que nunca había
sentido, una tristeza que cubría cada parte de mi cuerpo, que me calaba hasta
lo más hondo, una tristeza que sabía que nunca se iría. Sabía perfectamente
porque estaba así, no podía imaginarme mi vida sin él.
Así pasé
la mayoría de la semana y el momento en el que le vi montado en el coche supe
que aquello que había pasado era un simple romance de verano, que pronto me
olvidaría de él.
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