domingo, 5 de febrero de 2012

5ª PARTE. Algo nuevo en Asturias


Ambos nos acercamos y sentía como el corazón empezaba a latir muchísimo más rápido y empezaba a ponerme muy nerviosa.
-Hola- me dice con una sonrisa de oreja a oreja
-Hola
-Te veo muy cambiaba, prácticamente no te había reconocido, has cambiado bastante desde la última vez que te vi en el verano…
-Es lo que tiene cambiar de verano a invierno y cambiar de la costa del sol a un pueblecillo de Asturias perdido en la montaña. También me he tintado el pelo, quería cambiar de aires.
-Bueno, venga te invito a tomar algo por aquí. Cerca de aquí hay una de las mejores cafeterías de Asturias.
-Bueno vale, aunque todavía tengo que deshacer la maleta, pero bueno por pasar un rato contigo lo que sea.
Los dos nos quedamos en silencio después de mi última desafortunada frase. Me llevó a una pequeña cafetería. Era una de esas cafeterías antiguas en las que al entrar se huele a café y a croissant recién hecho.
Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana desde la que se podía ver una de las más preciosas estampas que había visto nunca.
-Bueno y que tal, ¿qué es de tu vida?- me dijo al sentarnos en esa pequeña cafetería.
-Todo va bien, ¿y a ti como te van las cosas, algo nuevo en tu vida?
-Las cosas podrían ir mucho mejor, pero no me quejo de nada. ¿Y a todo esto, que haces tu aquí?
-Gané una beca para venir a estudiar aquí, tenía muchas ganas de verte.
-Yo también tenía muchas ganas de verte, te he echado mucho de menos.-me dijo con algunas lágrimas saliendo de sus ojos.
En ese momento tan inoportuno vino el camarero, yo pedí un capuchino con mucha nata y el pidió un té de frutas rojas.
Cuando terminamos nos despedimos en la puerta de mi casa con un abrazo que a los dos nos supo a muy poco.
Cuando entré por la puerta de la casa me fui directa a mi habitación, me encerré y no salí de ahí en tres horas. Estaba pensando en lo que había pasado y lo que aquello significaba.

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